Convivencia azul.
El pasado 14 de diciembre de 2019 se llevó a cabo un día de convivencia entre Abrazo Azul, la Asociación a favor de personas con discapacidad de la Policía Nacional en la Escuela Nacional de Policía, primer destino y lugar de formación de tod@s l@s Policías Nacionales desde 1986.
Era la primera vez que se realiza esta jornada de convivencia, donde por parte de tod@s los asistentes (voluntarios de Abrazo Azul y de AJPN, Policías alumn@s de la Escuela Nacional y usuarios de Amifp) se compartía un día de ocio, donde se conocerían mejor, harían deporte y actividades juntos y pasarían un día inolvidable.
Voluntarios.
La organización se realizó unas semanas antes, durante las cuales los alumnos de la Escuela Nacional de Policía que quisieran colaborar podían apuntarse voluntarios para pasar ese día con los usuarios de Amifp, que visitarían por primera vez la Escuela. Fueron muchos los que se apuntaron y con mucha ilusión en poder formar parte de esta faceta de su nueva profesión.
Impresión a primera vista.
Cuando llegó el día, tod@s l@s alumn@s que participaban se formaron en la entrada principal de la Escuela, mientras el autobús de Amifp entraba por el puesto de seguridad, llegaba hasta el aparcamiento y bajaban todos los visitantes, usuarios y familiares, todos relacionados con el Cuerpo Nacional de Policía de una forma u otra, hij@s, madres, padres, esposas, maridos, ti@s, sobrin@s… se les veía en la cara la emoción al ver a tod@s l@s Policías que les esperaban y a la voz del profesor encargado, les saludaron reglamentariamente, para después entrar en su “casa” y disfrutar de ella.
Primero recorrieron los pasillos y rincones de la zona de las aulas, vieron la maqueta de Ávila y la exposición de uniformes de Policía de todo el mundo. Después fueron al pabellón, donde les esperaban los profesionales que habían preparado una yinkana para que tod@s participaran y a la vez, en dos pistas de fútbol exteriores se iban a jugar unos partidos de quipos mixtos.
¡A disfrutar!
Que forma de disfrutar, una pasada para tod@s, Abrazo Azul y AJPN estuvieron participando en los partidos de fútbol y en la yinkana, que risas. Tan sólo de ver a los usuarios, como disfrutaban, lo pasaban bien, hacían piña con l@s alumn@s… eso no tiene precio. Se hicieron amistades ese día, amistades sinceras, basadas en la admiración y el respeto recíprocos.
A la hora de comer, pasamos todos al lugar donde l@s alumn@s de la Escuela comen todos los días, haciéndolo como ellos, cogiendo una bandeja y pasando por la línea para pedir los platos que daban a elegir ese día.
Tras la comida, se volvieron a realizar más actividades, y para los padres, a veces los grandes olvidados de todo esto, hubo una charla impartida por un gran profesional, sobre cómo vivir y tratar la discapacidad, una ponencia que a muchos nos llegó al corazón y tocó fibras muy sensibles sobre los sentimientos de los padres que tienen a su cargo un hijo con discapacidad.
Para concluir esta jornada se repartieron unos premios a todos los usuarios de Amifp que habían acudido a la jornada de convivencia en la Escuela Nacional de Policía y nos hicimos una gran foto de familia.
Llegó la despedida.
Finalmente, llegó la hora de irse… se mascaba la tristeza de camino al autobús. Muchos usuari@s abrazaban a sus amig@s de la Escuela, expresando así lo felices que habían sido ese día y que no lo olvidarían en mucho tiempo.
Una vez en las escaleras, con el autobús esperando se hacía difícil, nadie quería subirse, no paraban de aparecer abrazos, alguna que otra lágrima de emoción, promesas de volver a verse.
Un@ de l@s padres se acercó al grupo de voluntari@s que estaban despidiendo a l@s chic@s, cuando ya todo el mundo estab subido en el autobús, y les dedicó unas palabras. Fueron unas palabras que llegaron al alma, mencionando que es compañer@ y lo maravilloso que había sido el poder llevar a su hij@ hasta la Escuela, haber compartido ese día con Policías Alumn@s y ver a su hij@ tan feliz… todo esto hizo sentir un escalofrío común, el vello de punta, algo estamos haciendo bien, seguro, todo esto mueve buenos sentimientos y eso a veces no es fácil.
Compungidos terminaron las despedidas y se dieron las gracias a tod@s l@s voluntari@s, quienes no dudaron en preguntar para cuando sería la siguiente jornada de convivencia y que por favor se les apuntara ya ¡Qué grandes son!
Ese día comprendieron que ser Policía es mucho más que lo que se aprende en un aula, en unas prácticas o en unos entrenamientos, ser Policía es ser familia, compañeros y esta es una forma de demostrarlo.
Por una y mil jornadas más de convivencia.